Centro de Documentación
Prof. José María Natividad Correa Toca

The Art of the Print

In the beginning was the image…

 Fritz Eichenberg. The Art of the Print. Nueva York. Harry N. Abrahams. 1976. 611 pp. Así comienza el primer capítulo de esta obra: <<En el principio era la imagen>> y no el verbo, como poetas y teólogos quisieran hacernos creer. Sin llegar a la última página, uno entiende porque este libro encarna ese desafío. No, el tema no es la imagen, sino una consecuencia natural de esta: el grabado y la estampa impresa.

The Art of the Print, es un proyecto editorial ambicioso, ya que al mismo tiempo es una guía paso a paso para el aprendiz del oficio, un estudio monográfico sobre cada método de impresión, un catálogo histórico razonado, una detallada guía técnica de impresión y una referencia teórica e histórica para el artista. A pesar de ello, es consciente de que la materia siempre está en perpetua construcción, que el libro “definitivo” (si es posible su existencia) se está escribiendo todavía y por lo tanto deja un final abierto y libre. La letra escrita no es un canónico final, sino un afortunado comienzo.

El contenido del libro se divide en capítulos, y el inicio y fin de cada uno de ellos está marcado por la evolución histórica del grabado, la cual se ha manifestado en forma de técnicas y métodos de impresión.

Una de las cosas que notablemente lo diferencian de otros libros, es el contexto histórico que toma en cuenta, no sólo por empezar con los antecedentes de la impresión, sino por hacer mención (de forma breve y concisa)  de las aportaciones de antiguas  culturas como Egipto, Mesopotamia, Fenicia, Creta, Grecia, Roma, Etruria, India y Mesoamérica; además, le dedica un capítulo tanto a las primeras estampas Chinas, como a las japonesas. De esta manera, nos muestra una visión más amplia geográficamente, y más profunda en la dimensión del tiempo.

Los siguientes capítulos, se centran en el desarrollo del arte de la impresión en Occidente, y tienen un orden más o menos histórico en el sentido de su aparición, ya que va desde el grabado en madera, para pasar al huecograbado, la mezzotinta, la litografía, la serigrafía y el monotipo. Cada uno de estos capítulos se divide al mismo tiempo en: a) desarrollo histórico del método de impresión, b) guía técnica  para su ejecución, y  c) consejos y notas sobre la técnica hechos por notables artistas e impresores expertos en ellas.

Finalmente, cierra con dos capítulos que complementan la técnica del grabado y que son vitales en su ejecución: uno dedicado a los talleres de impresión más reconocidos y a la larga tradición que traen a cuestas, y por último, un breve pero substancioso capítulo dedicado al papel: a su historia, y a sus métodos de cuidado y conservación (y por ende, de las obras de arte de las cuales son soporte).

En cuanto a la materialidad, si bien es un libro de pastas duras, pesado y grande (nos recuerda a los infolios del siglo XVII), la materia y el texto así lo ameritan. El tono del papel es ahuesado, lo cual nos remite a las impresiones artísticas y nos hace comprender porque estos tonos medios (y no el blanco) son los preferidos por los impresores (para evitar el alto contraste, por ejemplo). La edición, bellamente encuadernada, es muy sobria y equilibrada en la distribución del contenido, haciendo que las láminas resalten y sean útiles al texto, además de permitir que cada una brille por sí misma. Las imágenes están impresas con negro sobre este papel verjurado, pero también tiene láminas a color sobre papel blanco, satinado y luminoso, para que las impresiones cromáticas muestren todo su esplendor. En suma, una bella edición salida de imprenta, para un majestuoso libre sobre el arte de la impresión.

Para quién estas líneas escribe, The Art of  the Print,  es uno de los libros más completos escritos sobre la materia, que a pesar de haber nacido en el último cuarto del siglo pasado, mantiene frescura, rigor y vigencia, además de infinitas posibilidades con cada uno de sus finales abiertos, y que sin pretender ser canónico se vuelve de referencia obligada. Las casi mil imágenes que abundan en el texto, lejos de aturdir o empalagar, muestran la potencia de un arte y oficio tal vez no tan viejo como la humanidad misma, pero que definitivamente viene de sus entrañas, y tanto al estudiante como maestro, al artista y al aficionado le dará una muestra de porque el arte de la impresión ha sido usado en formas múltiples: para alabar a Dios y al Diablo, para hacer la Paz y la Guerra, y en suma, para dejar rastro de lo que nos es humano. Lo único que uno puede lamentar, es lo oneroso del volumen que lo hace de difícil traslado… aunque para quién decida llevarlo como un libro de compañía, bien habrá valido la pena.

Consúltalo en el Centro de Documentación “José María Natividad Correa Toca”, FAD-UNAM, Plantel Xochimilco: