Centro de Documentación
Prof. José María Natividad Correa Toca

Lessons in Masterful Portrait Drawing. A classical approach to drawing the head

 Lessons in Masterful Portrait Drawing, a pesar de ser un libro que aborda un tema convencional (dibujo de retratos) de una forma clásica, tiene algunos matices que lo distinguen claramente de otros ejemplares del mismo tipo, haciéndolo más fresco sin perder rigor.

Para empezar, este material es el resultado de más de 30 años de enseñanza y dedicación al género del retrato de su autor, Mau-Kun Yim, y de la traducción al inglés que hace su hija y coautora, Iris Yim. Es decir, a diferencia de otros libros del mismo género en los cuales se retoma la gran tradición europea del dibujo clásico (pensemos en las ediciones del departamento de dibujo de la Academia Rusa de Bellas Artes, por ejemplo), aquí encontraremos la visión personal de un maestro forjado en la China de los años 60, donde se le pedía a los maestros y alumnos que se enfocaran en las habilidades básicas de la materia y en su entrenamiento profesional.

De esta formación personal surge la segunda gran diferencia e idea central del texto: la parte más importante para aprender a dibujar recae en el estudio y dibujo detallado de bustos clásicos de escayola o yeso, ya que este ejercicio ayuda a entender conceptos fundamentales como proporción, perspectiva, volumen, tono y la relación entre forma y luz. Todo el libro es una demostración de esta idea (polémica y debatible pero digna de ser escuchada) y contrasta con el método académico tradicional, que consiste en tres etapas,  a saber: 1) copia de dibujos, estampas o cuadros de los grandes maestros; 2) dibujo de bustos de escayola o yeso; y finalmente, el dibujo del natural, la etapa más importante porque se está en contacto directo con la persona o modelo.

Dividido en 5 capítulos relativamente cortos, comienza por declarar cuál es su filosofía y concepción de lo que un buen dibujo de retrato debe ser, para luego hablar sobre los materiales a utilizar y entrar directamente al estudio de la cabeza y cómo dibujarla. A la mitad del libro nos encontramos con las demostraciones de dibujo de busto clásico, sección principal de la obra. Aquí es donde se explica, paso a paso y con algunos ejemplos, cómo el dibujo es una forma de construcción tanto del volumen como de las formas y la luz, y comienza a introducir el concepto de estructura. Posteriormente, vienen las demostraciones sobre cómo aplicar los conceptos aprendidos para dibujar un retrato. Esta sección, que consta de 12 ejemplos para dibujar retratos no tiene desperdicio, no sólo por ser tan concisa y clara, sino porque lejos de ser el mismo método de construcción de una imagen aplicado doce veces, son doce maneras de abordar un problema a partir de conceptos básicos, mostrando una variedad de recursos que resultan complementarios unos de otros.

En cuanto a la materialidad del libro, nos encontramos con una edición en pasta dura que favorece la lectura para las láminas que se requieren visualizar a doble página. Hay un elemento importante que es el color de todo el libro: además de hacerlo ver más sobrio y elegante, claramente hace juego con una de las ideas centrales del texto: la importancia del medio tono. De esta manera, el diseño del libro potencializa al texto dándole mayor cohesión y unidad conceptual al contenido. Las páginas son blancas y de un papel brillante que favorece así la calidad de las imágenes impresas, además de hacerlo ligero y fácil de transportar pese a ser un libro en pasta dura. Finalmente, el diseño de página alcanza un equilibrio entre el texto y las ilustraciones, facilitando la lectura y maximizando la claridad y contundencia de las demostraciones desarrolladas.

El último capítulo es una galería que muestra finos dibujos hechos por el autor donde se pueden ver aplicados los conceptos y las demostraciones previas. Llama la atención la variedad de soluciones gráficas que presenta así como la diversidad étnica y racial de sus modelos, con lo cual podemos comprobar que el dibujo de retrato clásico no se aplica solamente a “cierto tipo de personas” y que lo más importante en este género no es el mero parecido, sino la esencia capturada del modelo en turno.

En conclusión, estamos frente a un libro que excede por mucho “los manuales paso a paso sobre cómo dibujar cierto tema”, por el contrario, es a cabalidad la visión personal de un maestro experto en el retrato, y una prueba de cómo grandes tradiciones en el arte se sobreviven a sí mismas. A pesar de ser un material sumamente instructivo, queda claro que  no es para principiantes ya que algunas ideas se obvian, o mejor dicho, se da por sentado que se poseen (el análisis de planos es un ejemplo, muestra su vital importancia en la construcción del dibujo, pero no da más detalles de cómo desarrollarlo en un dibujante novel). Es un libro breve y conciso que refleja la claridad y sistematización del pensamiento del autor y que no busca ni la verdad, ni la objetividad en el dibujo, sino que hace énfasis en que este es siempre una abstracción que requiere pensamiento crítico, una interpretación de la realidad y una manera (de tantas) para construir una imagen. Un libro cuya materia es la forma moldeada por la mente y el espíritu.

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